Testimoniales,
"Ya no soporto la idea de morir/ sin haber cometido un error irreparable" OL.

Año 77 y de nuevo en mardel. "Zeus no podría desatar las redes
de piedra que me cercan"...mientras camino, repito y repito ,para placer del cieguito, que ni se entera...
Me había hartado de las noches correteando y comiendo solo o acompañado en las parrillas torabas de la zona de la Perla vieja, "Jorgito", "El club Peñarol" o alguna mas retirada por la vieja estación de trenes.
Pero si sos joven y salís de "caza", le rajás a los ravioles a la bolognesa y preferís la tirita de asado,el choricito o la morci sobre la tablita, la ensalada mixta y si sobran unos manguitos un flancito con crema y dulce o el vigilante con mucha pimienta negra pero eso si con par de pinguinos y soda, (que como decía el gran "Gato": " Para saber si es buen novi tiene que resistir el chorro de soda (de sifón), o los dos cubitos" ).
Pero ese día por melanco y después de años (tres) caì en lo del "bolita" de la Diagonal, la famosa "Casa de las empanadas bolivianas" a la vuelta del cine club Diagonal donde había trabajado el Gordo Lanata y enfrente de lo del Bohemio mi viejo restaurador de muebles, dorador, marquero y al que acompañé sabado a sabado, insistentemente a la milonga aunque nunca supe ni sabré bailar .
El cheboli bolita era un comedero con ekekos, flautas y toritos por todas las paredes pintadas de furioso color celeste y allí timidamente bajo la bandera patria ( la de ellos), me daría un atracón con empanadas de pollo y papa muy picantes, después una porción de matambre al barro y de postre alguna grapita. Recordámos hablando con el bolatuertopatrón a un garca coterraneo suyo, ceramista y ladri, yo le contaba mis encuentros con él en Baires en estos tres años de mi exilio, bueno el bola sin verme a medias...
Le conté del ceramista-bola y sus aventuras como capanga de sus paisanos exilados politicos, varados aca, que formaban el ballet boliviano y vivían en la villa 21, el, Amarú los dirigía a principio de los setenta y actuaban en el teatro San Martín en una entidad que dependía de Oscar Rovito. Habían estado en "mi" casa de Buenos Aires un año antes, justo cuando cayo Isabelita. En la vieja casa que alquilabamos con la Negra y el Tano Parini y donde cada noche había no menos de ochenta personas, entre ellos los del ballet, a quienes sub-alquilabamos el lugar para que ensayaran (y para que nosotros tres pudíeramos llegar al precio pedido por Emiliano -el dueño-) . También andaba por ahí el Turco Asis, y otros personajes como Mario Lucianni un actor muy bueno que también nos subalquilaba para dar sus clases de expresión corporal a sus treinta y pico de alumnas (¡todas buenisimas! ), o sería la sequía nuestra del momento.
Un día,a la casa, el bolita ceramista la trajo a "Paloma", al novio y con ellos : Andres, (su padre) viejo conocido mio del paisito, psicologo, profe en Humanidades y que había sido para su desgracia interventor en zona 8va donde apenas asumió quedo escrachado en las fotos del diario la Capital junto a los chicos de la Tendencia que cargaban ametralladoras y con los fondos de su oficina con las banderas con los fusiles cruzados para dar mas realismo a la escena. Ahora le habían volado la casa y se habían podido escapar . Y gracias al Bola protector y su contacto con el PC, trataria de partír para España. Primero en la casa se festejó la pareja de "Paloma", con un "casamiento" puro chupi y empanadas que nos hizo olvidar los problemas del afuera. Esa noche Andrés en pedo,llorando por su partida agarrado de las manos de la Negra de quién se había enamorado perdidamente a las dos horas que la conociera y a la que se quería llevar a España con el. Mientras Amarú-elbola pasaba insistentemente por los distintos grupos trataba de recaudar fondos para la pareja y para el viajero ( que primero tendría que salir del país), pero el bola ya había ayudado tambien a Mendez a salir para Barcelona junto a la mujer y los chicos. Claro ahí ayudaron galeristas, marchands, pintores etc.hasta el barquito que llevaba la embajada cultural para La Casa de las Americas ayudo en el "tramite", tanto como el baul del viejo ford color verde-represor del ruso Mauricio para salir de Rosario...
Yo le contaba los detalles al bolita tuerto cocinero marpla, pero el poca bola, ( ¡ vaya el juego de palabras ! ) y cuando le narraba todas estas historias,me daba cuenta que al tuerto solo le interesaba saber sobre Amarú y las cuentas que le dejó en su "pasada experiencia marpla" cuando le traía al boliche los militantes del PC vernáculo y se hizo cargo de cuentas que juró, honraría cuando llegaran los fondos del amigo Gelbard... Le conté que ahora con la gente del Peronismo de Bs As rajada por los milícos no se de donde iba a sacar el bolita un mango ni donde se iba a esconder. Ademas que para la mierda de cerámica que exponía en dos o tres galerías torabas, gallos de vistosos dorados y rojos, pero mal proporcionados, toros de chapa faltos de plasticidad etc no creía que le dieran para posada, pitanza y tabaco...Le juré que si lo veía le iba a recordar la cuenta a 400 kilometros, y si no se lo haría saber por intermedio de su pariente Ponciano o de otros familiares pintores y escultores bolitas de la "tribu" de los Cardenas con los que nos encontrabamos a vender nuestras obras en la casa del ruso Mauricio. Pagué y saludé al jefebolatuerto, que me dió de regalo un paquetito con quituchos, esos mismos que él usaba para el caldo, y me fuí por la Diagonal oscura y densa por el olor pesado y polvoriento de los tilos hasta la Municipalidad, de allí por Luro hacia la costa bordeando el San Martin-murcielago de la capa inmovil, mirando un mar a quince cuadras del mar, al llegar a la esquina de la plaza me metí en el cafe KO,(o "bar-co",como le decíamos nosotros) en la esquina desde donde se podía pispear la puerta mal iluminada de la facultad a menos de una cuadra, del otro lado de la plaza. El café casi triangular con sus tres vidrieras parecía una pecera amarillenta terminando casi en punta, algo similar al del cuadro de Hopper, pero sin magia y con poca luz. A esa hora solo tres o cuatro yirones de los que hacían la avenida y alguna mesa con futuros arquitectos. Alguién fumando y leyendo mientras espera, y muy aparte un personaje escribiendo. Me resultaba conocido, lo recordaba de una charla en la Alianza , con médicos conocidos del Hospital hablando sobre Freud, Lacan y Masota - en ese orden - y en el mismo evento Carmen la psico, tocando el piano y "Cartucho" con frack y un ramito de violetas en la mano cantando un lieder de Schumann o de Schubert, vaya uno a saber (o a adivinar). De pronto entró Marcos, un tordo ecuatoriano de "la Comunidad", lo saludó, le entregó unas carpetas y sobres tomó un café-jugo-de-paraguas rápido, lo saludó y se levantó, cuando salía, me vió y se sentó a mi mesa y apuntandolo con el dedo al escriba me contó que era Lamborghini y que el con su grupo iban a los cursos sobre comprensión de la obra de Freud .Me explicó a las apuradas de que iba aquello, me ofreció acercarme a casa y después se fué quedando en vernos algún fin de semana en la quinta del Turco-marpla. Llegó la mina que yo esperaba, pagué, salimos al calorcito, raro, era el principio de la primavera y era mardel. ¿O serían los quituchos del bola? esquivé la vereda del departamento donde dormía ó no, mi ex y nos perdimos en la noche.
Ahora después de muchas lunas no se si así lo dicen nuestros hermanos bolitas cuando cuentan el tiempo, o solo es un dicho de historieta de "los primitivos y originales pueblos" del norte-norte ahora convertidos en empresarios de casinos por obra y gracia de nuestros yankies arrepentidos por sus matanzas o temerosos de perder nuevamente por sus manos las blondas cabelleras. Y es que leo ahora en el dos mil diez y asombrado en el libro que me tiene obsesionado desde hace un tiempo, la biografia de Osvaldo Lamborghini de Strafacce, la parte en que Osvaldo llega a España, año 82 y sin avisar, así de prima , se dirige a la casa de su "amigo"el literal-Germán. Primero este sin salir del asombro lo atiende confiadamente, chupan y brindan el encuentro pero cuando el lacaniano ve las intenciones del Lambor de quedarse a vivir alli sin invitación previa ni aviso lo saca a empujones del sillón donde el poeta se agarra con uñas y dientes (¡ojo! esto no es metáfora) GG se rompé la muñeca haciendo fuerza. Después Osvaldo se pierde en la noche madrileña, con su bolsito a la espalda puteando a German a Luis y a todo el staf anonimo de Literal, ni los suicidados se salvan... tras distintas peripecias, en un bar de argentos termina compartiendo su primer piso, gracias a la amabilidad de Amarú Oropeza, ceramista y escultor boliviano exilado de argentina y radicado en Barcelona desde hacía un año...
Alejandro.