10 marzo 2007


TESTIMONIALES
BRONCAS, DESARRAIGOS, RECUERDOS, ETC

"En pintura la pintura es lo más importante" Rómulo Macció

Afuera se está preparando la tormenta, dentro mío también, (conozco ya estos pozos). Estoy rumiando el odio por esta ciudad, odio que en este último año se me hace insoportable, será que estoy más viejo y que todo me molesta, pero sobre todo es la gente. La gente con sus nervios, sus crispaciones, sus bajezas expuestas sin pudor en la vida de relación y sobre todo en lo económico y lo político ¿por qué lo ético me molesta tanto en los demas?

Los años pasados me dejaron muchos recuerdos, posiblemente y por salud mental, uno con el tiempo anula los malos tragos y las angustias pasadas pero igual la confrontación con este presente es feroz. Había proyectado otro "ahora" y posiblemente haya sido muy paranoico hacerlo. Pienso que es el momento justo para madurar la obra y que no queda ya mucho tiempo para preparar algo de peso (quizás con suerte entre cinco y diez años).

Nunca fuí de los que piensan que todo tiempo pasado fue mejor, sigo proyectando y teniendo planes con lo porvenir. En el fondo, muy en el fondo, pienso todavía que voy a ser cuando sea grande, lo pienso todo el tiempo, que voy a ser, que voy a hacer...

Ultimamente hablé mucho con los más cercanos sobre el mudarme, hacia donde, no se. A veces pienso en el sur. Me gustó San Martín de los Andes, su entorno, sus posibilidades. Otras veces pienso en San Luis o en Mendoza. Muchas veces en "mis" Valles Calchaquíes a donde huía en los veranos cuando terminaba la primavera en mi ciudad natal y se empezaba a llenar de turistas que llegaban a pasar el verano-histérico. Nací y viví junto mar, (al que sigo pensando como una máquina idiota). Lo peor su sonido. Y recuerdo una vez que en estado ruinoso, durante tres dias y tres noches interminables viví sin abandonar un edificio sobre la costa, en un piso 15, con el viento y el mar aullando, los ruidos de los vidrios que se rompían, sin luz ni agua, sólo el temporal, el edificio casi vacío, y sin saber como acallar ese ruido de mar y viento, sólo con ganas de que todo terminara y de huir de ahí, solo ese sístole-diástole-sístole-tole-le.

Hace quince años que me vine a radicar definitivamente acá. No aguantaba más al mar y su ritmo, a su ruido y a su indiferencia, la misma de la ciudad que lo bordea, ciudad triste, chata, pretenciosa y sin ilusiones. Buenos Aires para mí era París, la vivía enfebrecido, el tango, los boliches, el bajo con sus cabarets, los cafés y todos esos lugares de carga pesada que nos deslumbra a los del interior. Todo era distinto al "pueblo", las luces, la moda, el ruido, las minas, y básicamente la impunidad de sentirse totalmente desconocido. Y además después la pintura.

Conocer el mundo del arte con su magia y también con sus bajezas, aprender y practicar la pintura... Ya son más de treinta, treinta agotadores años...

Ayer viernes desayune con A. que había llegado el domingo de Africa y a quien había visto poco esta semana. Durante 15 años desayunamos todos los días, leyendo los diarios, comentando alguna noticia y mechándolo con data personal como al pasar. Me traía el último libro de uno de sus profesores preferidos, sobre Barón Viza, el padre de Raúl, a quien conocí y que también se suicidó como casi todo el resto de la familia. El libro resultó un fiasco, pienso que los filósofos también tienen que comer...

A. me comenta que fue a la inauguración de la muestra de Macció, que le pareció mala y que todo el mundo estaba como asombrado durante el cóctel. Ella sabe de mi admiración por el pintor, lo que lo admiro, sabe que nunca quise hablar con él. Alguna vez que falté a las "reuniones" de los sábados del Garden ella se fué a comer con él, con Pérez Celis y Polesello. Siempre jeringo conque lo considero lo máximo de nuestra pintura pero que no me interesa conocerlo, estuve innumerables veces sentado junto a él y otros pintores en conversaciones de chusmeríos y alcoholes, sin presentarme. Más, hemos expuesto muchas veces en muestras colectivas y tampoco.

Un gran amigo (crítico de arte), que comía todos los jueves con Rómulo y el Toto Presas (otro del Parnaso) me invitó a acompañarlo alguna vez, la respuesta fue siempre prefiero no decepcionarme y seguir deslumbrándome con su obra. A. me convenció y fuí al museo. Estaba nervioso, hacía cuatro años que no iba al Bellas Artes. De entrada compré un libro que quería desde hace tiempo y le regalé "La Guerra al malón" ilustrado por Carlos Alonso. Los dejamos a la entrada y fuimos a la sala, recorrí los cuatro o cinco grandes cuadros de la muestra de casi treinta en silencio; A. me miraba como diciendo "Y ahora qué?! A los dos siguientes me había acostumbrado, recorrí la muestra en cinco minutos para aclarar las ideas. Volví al punto de partida y comencé de nuevo sabiendo lo que veía. La tercera vuelta miré sólo lo que me interesaba y pensando los cuadros ya como proceso, tratando de entender por qué el artista, o el curador, o el crítico eligió "esos" y los colgo así.

La muestra me pareció buena, con puntos sublimes de pintura por lo menos en cinco cuadros de los treinta. Después pensé en lo desparejo, me di cuenta que era un acto supremo de ironía, lujo que la mayor parte de los pintores de acá no cultivamos. Conté hace poco hablando sobre Kuitca, (que aparece cronológicamente a fines de los setenta, pintando a la manera de los artistas de la transvanguardia que en la Bienal del 78, Maccio llama (entre otros) la bienal rosa bombón.

Bueno, acá hay cinco cuadros magníficos que recuerdan a esa pintura, pero treinta años después, pero bien pintados, con materia, con fondos trabajadísimos, sin la prisa posmodern, espaciales, con ciertos toques de surrealismo, pero en todos, esos empastes perfectos o rayados o así estucos, una cuchillada, un raspado donde queda colgada la pintura, algo donde se note el oficio y me cago en el oficio.

Cualquiera de esos cuadros los firmarían sin ningún empacho, cualquiera de los tres C, Cucchi, Chia o Clemente. ¿Y dónde está la ironía? en las fechas: 2004, 2005 ó 2006. Veinte años del certificado de muerte de esa moda (?). Nos fuimos felices, yo rumiando todavía mi confusión, y A. creyendo que aceptaba su opinión. Fuimos a retirar los libros, pero le pedí que me acompañara hasta el primer piso para ver la muestra del Panorama de la Pintura Contemporánea Argentina. La recorrimos rápido, me paré ante mis referencias de siempre, pero en el fondo yo buscaba un cuadro, (era el último, mal colgado, junto a la puerta de entrada y si hubiera hecho el camino al revés no hubiera visto el resto).

Era un cuadro de Kuitca de 1984, de lo mejor de su producción, pero que me aclaró los tantos. Es una pintura dura, de alguien a quien le cuesta pintar, de trazos cortos casi infantiles, de poca materia, muy tansvanguardia, muy chagal por lo judío. Me di cuenta que nunca llegaría a la grandeza de Macció. Recordé y comprendí la frase de Rómulo "en pintura lo más importante es la pintura"... parecido a una obviedad mía, hay arte y además hay pintura.

Respiré. Salimos al día, todavía con sol, por la vereda iluminada, Fito Páez empujando el cochecito con su bebé, su mujer al costado y sonriendo tan estúpidamente como sus canciones, casi lo saludo. Estaba todo tranquilo. A. me pidió tomar un café en La Biela, (allí hacía tres años que faltaba) era su maldad... me haría caminar tres largas cuadras y quizás encontrarme en el café con algún fantasma. Ya al llegar al Recoleta no tenía aire. LLegué boqueando y me tiré en la primer silla junto a la puerta. No había conocidos a la vista. Pude "admirar", la pecera para fumadores, toda una aberración estética. Me asombró como se incrustaba en la barra. En la intersección de la barra y la mampara acodado un personaje que integraba un dúo al que habíamos bautizado como "Los gemelos", idénticos o casi con bigotes-foca, de onda militar de la época de Onganía, algunos malidicentes decían que eran una pareja gay simbiotizada. Enseguida busqué al otro integrante del dúo, lo pensé del otro lado de la pecera, fumando su Cohiba, no estaba. Por suerte al rato llegó, se sentó en su lugar y todo mi universo se tranquilizó.

De a poco y de a uno llegaban mis amigos y se asombraban al verme después de tanto tiempo, con algunos hablamos cada tanto por teléfono y siempre prometo volver pero... El café y el agua, me cansaban y el guiski sin el Negro no daba, me dijeron que está escribiendo una historia del arte argentino con una forma distinta de clasificación... veremos, y leeremos.

A. se fue para el Malba y yo me volví para mi cueva, para seguir rumiando mis broncas, pero con esa rara alegría que me había dado la buena pintura y la visita al antro, voy a seguir pensando las idas, ya es sábado, y como una premonición leo en "El País", en un reportaje hecho al ganador del premio Alfaguara de literatura L. Leante "Con la globalización, da igual vivir perdido en las montañas de Aragón que en Alicante..." Otra lucecita...
Alejandro

4 Comentarios:

Blogger karla dice...

Hola, trataré de ver la muestra Maccio es uno de los artistas que me gustan y un tipo divino, me encantaba un gran cuadro de una fuente romana que había en la fundacion klem. karla

11:29 a. m.  
Blogger EmmaPeel dice...

Anduve desconectada, ayer leí la reseña de la muestra de Maccio y hoy me vine rápido para acá porque supuse que algo postearías (y no me equivoqué)

Esta semana pasaré a verla (espero que afloje la bronca citadina)

11:35 a. m.  
Blogger AL-JAZERRA dice...

karla, si el cuadro era inolvidable, tan tano con fuente con los caballos de marmol y el agua,un momento magnifico de maccio.
palm,creo que hay que verla y meditarla, aunque algo moleste de principio. la bronca esta bien, hay que canalizarla un poco mas.
pepe, eso es a la unico que temo, or que se que : si.
saludos a todos y gracias.
alejandro

7:32 a. m.  
Blogger AL-JAZERRA dice...

david, el post. lo retire por que el link al diario iba a un sello que decia que era solo para suscriptores. por esa razón no tenía sentido ni mi post, ni los comentarios. aconsejo la nota de F.L.de pag. 12 del dia martes pasado, y huir de las notas tendenciosas de "copito", en ambito.
R, yo también pienso que fue el mejor, pero no fueron los unicos, había todo otro grupo de pintores en la tendencia no te olvides que en ese momento aparece a nivel internacional COBRA, donde ellos abrevan,y algunos adscriben.Pero tambien en alguna forma aparecen Segui y otros pintores que serian afines. la pintora que interviene en el grupo es carolina muchnick (?), para mi gusto mas adscripta a los movimientos surrealistas (provenia de la escuela de batle planas). de la vega es un artista mas multimediatico como diriamos hoy, actor,musico y cantante, performer...no estoy seguro si cuando murio (demasiado joven), estaba pintando.lo bueno de este movimiento fue que desacartono en un momento de transicion entre los no figurativos, los abstractos y los pops ditellianos.

7:05 p. m.  

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