SEMANA BRAVA CON DIVAGUES SOCIALES
Fue una semana difícil, empezó con la muerte de la madre del turco. Todavía no lo saludé, contra más viejo me pongo me resulta mas difícil relacionarme con la muerte. No la conocía físicamente, hubiera sido peor. Después y casi pegado, me entero de la de Nicolás Rosa, leí bastantes cosas del viejo, y lo había conocido en los setenta en Rosario, cuando con Cacho Méndez, Renzi, la Bramuglio, Gandolfo y otros, habíamos estado visitando a Juanele. Tres o cuatro dias antes revisaba en un libro suyo opiniones sobre el grupo Sur y Murena, mi actual "desvelo". Todo esto mezclado con mis cosas, una nueva serie, el año que se termina, las muestras que sigo postergando para mejor momento, algún coleccionista que aparece, casi una rutina de los últimos años.
Los diarios sin novedades importantes, lo de López, que ya es solo una muletilla más en los discursos de K, la amenaza de la crisis energética. Y los últimos chisporroteos de los fuegos de San Vicente, esa "Ezeiza berreta" como le gusta decir al turco.
Y anoche cansado, con la botella casí vacía, haciendo zapping, me enganché de nuevo con "Los soñadores", ese último Bertolucci, pretencioso y decadente, donde como creador trata de salvar sus ropas, de la participación suya en los "dorados 60". Pero todo es tan estético como aséptico. Hasta la basura es colocada de tal manera que parezca parte de una obra conceptual, pero que no interrumpa la visión de las tomas de edificios, palacetes, ministerios, magnificamente iluminados como fondo de una ópera clásica. Las masas de estudiantes, vestidos con todos los tics de la época y cantando sus consignas, mas ordenadas y armónicas que el mismo coro Kennedy.
Historia insulsa de un creador que alguna vez nos sorprendió con "El conformista", pero no con el "Ultimo tango", pelicula pesada, agobiante, salvada por las interpretaciones. En esta nos deja cual león herbívoro (como diría el general), abjurando después de años de "nueva ola", de partido comunista francés, de cierta pose freudiana y de algunas teorías sobre el amor libre, que solo fueron arrestos juveniles otra obrita olvidable, como despedida, ni el tiro del final.. . Pero además de ocultar sus principios, las "trampas" de la memoria mostrando a los estudiantes (sus compañeros de entonces) bajo las banderas del PC francés, cuando recordamos que banderas y consignas eran maoistas y sobre todo anti Stalin. La frase grandilocuente y lapidaria respondiendo a la imagen de la "plaza china con miles de estudiantes de la revolución cultural, con un libro en la mano", de que "serán miles. pero que todos llevan el mismo libro" y hasta el final así, hasta el sexo, incestuoso o de mirón viejo, que sólo mira no la escena sino a quien espía. En la pelicula, todo resulta como las regurgitaciones del protagonista americano, perfectas además de ser del mejor vino frances de la cave y elegido para cada ocasión, por que no habra comida pero ellos siguen siendo concientes a su clase.
El final tambien patético, con la carga de la policía contra los estudiantes -ralentada como en un Matrix viejo-, mientras los estudiantes se reparten botellas de cocteles molotow, todas iguales, con trapos tan limpios y bien cortados que llaman al asombro. El único tono de época lo da la voz rea de la Piaf, vibrada y nada sutil. Bueno... en medio muchas cosas más, pero este no es un análisis de la película, sobre todo de parte mía, es apenas un análisis de la traición de los sueños y la modificación de los mismos para poder vivir (o morir) tranquilo y coherente...
Me quedé en la mesa, pensando en analogías, volví a TN, y todavía seguían pasando las peleas de San Vicente, el tirador (el filmado), y yo pensando que entre los cuerpos dorados, bellos, impúdicos pero velados de los soñadores de los sesenta, y los grasosos, negros y poco armónicos de nuestros hermanos camioneros o albañiles con sus busardas al aire se había producido una involución, una especie de Darwin al revés.
Empecé a divagar pensando qué director en el futuro podría mejorar estas vistas, filmar la marcha hacia el santuario, haciendo más esmeralda y cuidado el pasto de la quinta agujereado por las piedras, palos y fierros. Cómo vestiría a las hordas con overoles impecables formando ejércitos perfectos como los de las películas de Kurosawa, pero con estandartes de la JP, o de los jóvenes K. Quizás un viejisimo Favio, que con subsidio de un viejísimo K, y con un photoshop gigante, limpie las imagenes, como ya hizo con su historia de Peron, y transforme todas estos noticieros en una especie de cuadro de Andy Wharholl sin ninguna pincelada, solo con valoraciones de color.
Me dormí en la silla, me despertó después el chillido de "Silver", el murciélago-mascota que vive en el patio... volví a dormirme, pero en el sueño, escuchaba la voz aflautada de nuestro gurú, Sebrelli que
como los otros jovenes dorados, junto a Correa y Massotta pregonaba su coctel sartriano, zurdo un poco lacaniano de los '6o al grito de "éramos jovencísimos, éramos bellísimos, éramos putísimos", ya no me desperté...
Alejandro
5 Comentarios:
Me gustó mucho el texto, iguál es melancólico...tenés que obviar los golpes bajos, aptos para que a uno se le piante el lagrimón. karla
hermoso texto alejandro
Uyyy Ale, cuánto en estas líneas! excelente, líndísimo texto.
seguimos leyendo atentas
Y bueno, no voy a ser original, me gustó, gran texto.
y seguro que seguirán más´.
r.w. y si, la pelicula de favio, que es un genio,esta muy maquillada.
karla, no soy escritor asi que lo de los golpes bajos deben ser golpes bajos.
sl. gracias maestro.
t.r.pinto casi todo el dia, mi descanso es el dibujo, y esto. ademas de dormirme frente a la tele.
gracias palm-peel, la vi muy ocupada ultimamente.
p.s.gracias por pasar aunque estes ocupada con las reformas.
alejandro.
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