17 agosto 2006


UN CENTELLAZO
Guiso


Minga de fulería, siempre derecho,
de gurda jotrabó, ni una mancada.
A mala que se dio le puso el pecho.
Pa él lo mismo todo que la nada.
En el haber del yerno, ni espantada,
la va de tranquilino, es laburante.
Nunca un anzuelo le mancó tentada.
Pobre de pobre le metió adelante.
Nada ganó al final con todo eso,
con la honradez, si no salió de queso,
y anda tirao, de pucho, por el piso.
Con un cacho de voz que fue un murmullo,
la otra noche me dijo sin orgullo:
¡Pudo ser choro y no salió de guiso!

Julián Centeya


...La crisis económica del 30, con su secuela de hambre y mishiadura, otorga un nuevo matiz, mas amargo al verso lunfardesco. Ahí están para probarlo los tangos de Enrique Santos Discépolo, y "Sangre del suburbio", un tomito aún no bien valorado de Iván Diez, (Augusto A. Martini). Ellos descubren y revelan, con sarcástica ironía, la humilde tragedia de seres que hasta entonces no habían tenido un lugar en nuestras letras. Su humor ácido sirve de apoyo luego, en la recuperada Argentina del 40, a una lunfardía mas desenfadada y cachadora: la de "Amarroto, bien pulenta", o los recitales de Héctor Gagliardi.
De allí en adelante, queda instituída una especie de retórica lunfardesca, cultivada sobre todo por los investigadores del tema (caso de José Pagano, Bartolomé Aprile, Joaquín Gómez Baz, Julián Centeya, etc).

Breviario de Poesía Lunfarda, Selección y prólogo Eduardo Romano