29 mayo 2006

IMPRESIONES DE KITAJ (LA NOVELA PINTADA)
Personajes pintados

"Para mi, ir (!siempre hacia adelante!) a dibujar la forma humana cada día; me parece el puente natural a la otra orilla, el bosquejo del rostro, la suerte y los tormentos de todos nosotros." (R.B.K.)
... podemos decir que los mejores pintores han inventado personajes... Piensa en cualquier cuadro que te guste de alguien que nunca existió, salvo en la mente del pintor, y luego en el lienzo... Desde Miguel Angel a Picasso... Santos, pecadores, locos, ángeles, dioses.
Mis cuadros están llenos de personajes que yo me invento.
Me imagino que la complejidad de un personaje dibujado se recuerda mediante su contemplación, así se incorpora a la memoria social; igual que los personajes de Dickens o Kafka o Chejov, pero a través de una vía distinta. En un cuadro, no es necesario que el personaje se desvele en un instante, como en una visión...
Contemplarlo, abrirlo, cambiarlo, repetirlo, completarlo, etc.... lleva su tiempo.
Mi preminente precursor en esto es "Ratapoil" de Daumier... y bandidos como Borges, Kafka, y De Chirico me han dado su non-sancto permiso para marcar otra vez mis cartas, para cambiar el mazo, destruir las pruebas, etc...

27 mayo 2006


TOROS Y LENGUA
Diario El País 26 de Mayo del 2006.
Sección Cultura pág. 41, Tauromaquia.

¡UNA ORDINARIEZ!

...He aquí la película, salió el primer toro, gordo, feo, con hechuras de buey y estampa de bisonte, inválido hasta el estado comatoso, que se revolcó por la arena mientras la plaza hervía de enfado y pedía su devolución. Pues no. El señor presidente decidió que no. El segundo fue otro inválido moribundo, que perdió las manos en distintas fases de la lidia, y el presidente volvió a hacer mutis por el foro. Y peor fue el tercero, amorfo, sin hálito de vida, y la protesta subió de tono hasta el punto de que la plaza al completo protesto enérgicamente contra la pasividad de
la autoridad. Pero el tal caballero dijo que nones. Y así con el cuarto
con el quinto...

Antonio Lorca. MADRID

26 mayo 2006


Tengo el impuro amor de las ciudades,
y a este sol que ilumina las edades
prefiero yo del gas las claridades.
A mis sentidos lánguidos arroba,
más que el olor de un bosque de caoba,
el ambiente enfermizo de una alcoba.
Mucho más que las selvas tropicales,
plácenme los sombríos arrabales
que encierran las vetustas capitales.
......................................

"En el campo". Julian Del Casal
Poeta cubano, 1863-1893. Esta considerado como un baluarte del modernismo hispanoamericano, y una de las grandes voces de la poesía y la prosa cubana. Con gran influencia de los clásicos franceses, especialmente de Baudelaire, quien fue su ídolo literario.

25 mayo 2006


POR QUE LA PINTURA

“Yo hice lo que pude”. Humphrey Bogart (1899-l957)

Será el paso del tiempo, o la "experiencia", como dicen los más viejos que uno. La experiencia: "Ese peine que te da la vida, cuando ya te quedaste pelado", según el genio de Bonavena. He modificado mi forma de pensar la pintura. Hace mucho, que no me interesa la crítica de arte, ni ver muestras, y menos hablar con otros colegas sobre el tema. Del análisis de los últimos años, clasificaba a los pintores como un gremio mas -esto sin ningún menosprecio-. Lo que antiguamente hubiera sido una cofradía, (en el medioevo), casi con el ritual de la masonería, con gestos, saludos, y hasta algunos tics, imperceptibles para el resto. Pero este "colectivo", distinto a lo que la gente, o los mismos críticos llaman "Los artistas", genios que en algún momento tuvieron que ver con las vanguardias, hasta que estas se diluyeron dulcemente en las aguas del mercado, con esa rara mezcla transmutada en pintura posmoderna, pintura-diseño, en mala-pintura (la bad-painting), la transvanguardia, el minimalismo, los geos, la pintura conceptual, y la llegada al plano brillante y virtual del net-art. Nuestra logia quedaba a un costado,.dibujábamos con más rigor que la mayoría de ellos, conocíamos las leyes del color (tradicional), de la composición (clásica), pero nos habíamos convertido, para los escribas de la modernidad, en algo así como ilustradores, o decoradores de lujo. Pero pintar es otra cosa, pintar es un comportamiento, puesto que pertenece al dominio de las costumbres, está sometido a la historia y a sus variaciones. Veíamos a la mayoría de los críticos, reformulando sus escritos, "aggiornándolos", llenándolos de citas de Blanchot, de Barthes, Derrida, atreviéndose a Lacan, en fárragos incomprensibles a los que solo limitaba el espacio requerido de la nota. Cuando por algún extraño compromiso, tenían que hablar sobre nuestro “gremio” y hacer que algún pintor retornara a la modernidad, gracias al texto adjunto, no importaba a que escuela adhiriera, que usara el viejo plano, (la tela, el chapadur, etc), que el medium fuera el antiquísimo óleo, o el trasegado acrílico, con sesenta años a cuestas. Un poco la teoría americana de los años 50 y 60, de que la verdad y la expresión, transforman la fealdad natural en belleza artística, -pensamiento que servía para desplazar, el eje - ejemónico del arte "moderno" de Europa a América. Ya eran dos épocas, (siglos?), cohexistiendo, por un lado el objeto, el transfer , las instalaciones, etc, etc, y nosotros insistiendo con esos viejos elementos y materiales, casi atemporales que nos permitían producir los empastes golosos, las transparencias o las veladuras sutiles, los "pentimentos", que respiraban bajo la superficie última, y así hasta el infinito, pero siempre dentro de los cánones. Todo esto muy difícil de explicar para el crítico, por que era la pintura en estado puro, y por que de la pintura no se habla. Se pinta y se siente, o no, como en cualquier otra artesanía, y en algunos momentos raya a nivel de "arte", para el expectador que la contempla y completa. En esta pintura ya despojada de esquizofrénicas búsquedas teóricas, había hallazgos, repeticiones, fracasos, vueltas a los principios, por que uno no pinta como le da la gana, siempre está el lenguaje-pintura con sus reglas, modificando la idea. Lo pictórico es lo que constituye la presencia material de ese objeto singular, el cuadro, capaz, con su presencia de desencadenar en mi mirada, una especie de deslumbramiento ante lo que el es. Porque como dice John Berger, en forma muy clara, “intentar pintar hoy lo que en realidad existe, es un acto de resistencia generador de esperanza” . Eso era y es el oficio, y el pintor el oficiante, algo tan difícil de explicar, como un poema perfecto o una música popular que todo el mundo silba. Mientras escribo esto llega hasta mí una frase atribuida a Susan Songtang, que dice algo así como "no escribo para expresarme, sino porque creo, en la empresa de la literatura." Acá se aclaraban las ideas, (las mías por lo menos). Haber comprendido esto, iba dándome una tranquilidad y un aire que se trasladaba a la pintura, y que en el mejor de los sentidos me alejaba del cliche de la modernidad forzada. No por eso uno dejaba de "ver" la obra de los creadores de este tiempo, y trataba de entender los distintos elementos, comprender los distintos espacios, etc. Hace mucho (quizás en un reportaje de la revista "La Maga") leí un reportaje a Maccio, donde decía que cuando cansado de ver arte, quería ver pintura, entraba a la galería mas cercana y daba vuelta un cuadro de Soldi. Puede que sea verdad, o que solo sea una fantasía de la mente creativa de ese maravilloso pintor que es Rómulo, (no lo conozco, pero me bastan sus telas). También a Denevi, ese gran narrador intimista, un verdadero trabajador de la palabra escrita que decía: "todas las historias ya han sido contadas, y lo que quiere el lector es que le cuenten una nueva versión de lo que tan solo ha olvidado" -o algo así, solo cambien historia, por pintura, y lector por espectador-. Y como diría ese personaje de las neo-vanguardias-éticas...." Entendieron....?".
al-jazerra

ENSAYOS GENERALES SOBRE EL BARROCO
Severo Sarduy, Fondo de Cultura Económica, 1987.

LA SIMULACION (Pág. 138) VI - Mishima. "Yukio Mishima adoraba a San Sebastián. Su última pieza de teatro -me refiero al siniestro y sutil juego de decapitaciones con que, después de arengar a unos soldados jaraneros, ofreció su cuerpo al antiguo Imperio- puede ser leída como una metáfora del suplicio con que el apuesto centurión romano alcanzó la santidad.

Pero su adoración era más asidua y dudosa: utilizaba una imagen del guerrero flechado -la más impoluta y nacarada, esa que acuñó la asepsia de Guido Reni- como soporte a sus fantasías masturbatorias cotidianas. El joven martirizado sin huellas visibles ni estigmas de tortura se iba convirtiendo en la secuencia sádica y finalmente en un guiñapo ensangrentado, en una pantomima del horror. "
Severo Sarduy (l937, Cuba - Paris, l993)
Mishima como San Sebastián