31 diciembre 2007


TESTIMONIALES
“canta a la vida hasta llegarle al corazón,
Y si no se lo alcanzas,
aférrate de los tobillos
Hasta saber por que renguea…”
(¿?)
No quiero hacer balances…

La vida últimamente se da como en las películas de clase C, donde junto a lo más obvio, encontrás alguna "llamada" del guionista, tratando de que lo rescates de su labor de ganapan. Me desperté por décima vez en la silla donde entre otras cosas, miro tv, mientras apuro los restos de vino, o de algún güisqui o del medio y medio casero, y entre los vapores del sueño, y el semi-mareo, escuché esa frase sobre cantarle a la vida, dicha al unísono en un bar de Nueva York, por dos posibles inmigrantes irlandeses, reconociéndose además de bebedores, poseedores de cierta cultura que los identificaba como socios de algún clan, lo que me deja afuera. Pienso que yo podría estar en alguna Kilkeny de trasmundo, chupando una idem o una Guinnes espumosa y al reconocer a algún argento (que siempre los hay), acercarme y después de un guiño y un eructo a yerba empezar a dúo a recitar la “Fundación mítica de Buenos Aires” y los de pollerita del antro, mayoría, se quedarían mas en bolas aún que por la falta (según dicen) del “sonzillonca”. A veces en los guiños de algún programa como Lost, encontrás referencias o frases muy universales, que todos entendemos y eso aumenta el aura de la serie, acá no, porque eso de mezclar el corazón con los tobillos, es demasiado. Me remite a pensar en mis dolencias, mi gota, mi… pero ya los dos protagonistas se estaban cagando a trompadas en el baño omitiendo las complicidades con hadas, elfos, gnomos y entiendo menos y apago. Freno con cuidado y acelero después de la curva, juro que será uno de los últimos derrapes, posiblemente es porque nunca manejé.
El de la batería del séptimo me devuelve a la realidad, recorro el pasillo, abriendo todas las ventanas y pongo al maximo a Chet Baker, con Bill Evans, Earl May en bajo y Clifford Jarvis en batería y para aumentar la apuesta, el woofer al mango, si el guacho no entiende lo que es ritmo, se lo pasaré por debajo de la puerta el lunes. Desde el fondo del pozo se empieza a sentir el zapateo neo-flamenco-indiano del tablado del piano-terra, tiro por la ventana al Baker sin la caja y pongo al Juanito Valderrama atronando el espacio, y me voy a la cama pensando en por qué carajo me volví tan purista en este tiempo. No quiero hacer balances. No quiero hacer balances. No quiero hacer balances. No quiero hacer. No quiero… mama… no quiero… Cuando crezca tendré tiempo de hacerlos. De pedir tiempo como en el básquet y después retroceder diez casillas sin perder los puntos. De pedirle perdón a todos los que atropellé, para tampoco llegar primero a algún no-lugar deshabitado. Mientras trato de dormirme, cosa mas difícil que en la silla frente al TV, trato para vencer a los balances, de pensar solo en lo que hago medianamente bien, o en lo que soy eficiente, no en lo personal donde ya abandoné toda posibilidad de recuperación hace mucho y sin necesidad de balances. Como siempre caigo en el puto oficio. La última tabla de salvación. Me vanaglorio de la técnica aún habiendo faltado a la cita la creación, pero hoy me deleitaba leyendo a Gomez Davila, en sus Escolios... diciendo “Los tres enemigos del hombre son el demonio, el Estado y la técnica” ¿No será al fin la técnica una pajería mas? Perdón una masturbación de las formas. Con el Estado no me meto, ahora y en el demonio no creo… Pero ya dije, no habrá balances, ni juramentos que mañana tenga que traicionar o sacar a relucir la apostasía implícita. No hay balance, asumo las consecuencias, disparen… fuego.
Me levanto, no puedo dormir, seguiré con la TV. Feliz año al que lo sienta así y al que no (como yo), que abra el paraguas, pero el reforzado, porque las nubes son de adoquines y cuando comience a llover no habrá carne ni hueso que resista… Apago al chupete que como un cíclope me mira con el ojo ciego, podrido por mi indecisión. Tiro a la mierda por la ventana del hueco-patio al Juanito, que seguía atronando, solo, en el equipo, en su tarea de concientizar tablados, planea un poco, choca contra una ventana y hace apenas un ruidito en el fondo. Solo espanta a las palomas, pero menos que el zapateo de los andaluces truchos de ajoba… Cierro las ventanas, en la bandeja vacía apoyo a Tom Waits, que comienza a graznar “Big in Japan”, pero un poco mas bajo que Juanito, y sin woofer, después apuro un reserva cada vez mas parecido al alcohol de quemar y me voy quedando adormilado ante la pantalla de la notebook…
Alejandro

23 diciembre 2007


CUENTITO DE FIN DE AÑO
Supongamos / juguemos.
El hecho artístico ¿El hecho artístico?
EL ARTIFICIO

Juguemos, juguemos a, juguemos a que. Tomo una botella de Absolut, la vacío en una jarra, aprovecho y la mezclo con jugo de naranja.
Tapo la jarra con papel film, como aprendí en el canal Gourmet y la guardo en el frizzer para mañana, recorto prolijamente el metal de la virola de la botella vacía, saco el plástico con el expender y la lleno con agua, pego el metal de nuevo, con “la gotita” remiendo los sellos, la tapo y la acomodo en la mochila. Un vasito de vidrio de boliche para licores tamaño chico. Y una foto para poner en el retro de opacos. Busqué por todas partes hasta que encontré la foto de “La Gorda”, grande, de formas generosas, volúmenes un poco descompensados por la ley de gravedad, vestida como el culo, retro en los sesenta. Algo así como rockabilly cuando todos trataban de ser jipies. El pelo enrulado, diez años después sería un afro, no en ese momento. Busqué una foto mía, diez años menos que ella pero era ideal. Las escanee. El photoshop hizo el resto, les puse atrás la figura archiconocida del Torreón del Monje, (los lobos hubieran sido muy obvios), maquillé las sombras y casi lo firmo, el trabajo era genial para la gilada que lo miraría cómoda desde las butacas. Por las dudas en el bolso metí el proyector. El viejo Ennascope que me acompañó años, cuando tenía veleidades de ser muralista, irme al DF, y empezar la revolución pictórica inconclusa. Lo abandoné cuando me di cuenta que lo mío era otra cosa. Mi camino era lo conceptual, entonces puteé a los pinceles, los acrílicos y las telas, (pero no lo hizo también Felipe y fue tapa de “Primera Plana”) . Solo algún blog rayado o cuadriculado, algunas fotos viejas, sobre las que hacía bocetos, con muchas cotas y algunas frases, (todos siempre dijeron que yo era un tipo ingenioso), encontraría por ahí el camino, después con alguna tirada chica de serigrafía, (12/12, mas alguna prueba de artista) daría fe de la “obra” y eso me ayudaría a vivir un tiempo. Llegaba la hora. Tomé el subte y aprovechando el traqueteo ensayé -mentalmente- cómo hablar con la “pastosa”, - la gualen del chaborra, loco…-
Llegué bastante sobre la hora, ya habían terminado de probar el sonido que igual sonaba como el culo. Hablé con el flaco que oficiaba de utilero y le pedí una mesita de máquina de escribir antigua, (con rueditas bochas), - la que está en la secretaría, boludo- una zapatilla de iluminación y una jarra con agua. Mientras hablaban las otras dos invitadas, saqué de la mochila el viejo librito rosa de La sonrisa vertical, (ídolo Berlanga), lo acaricié tiernamente y miré las páginas marcadas. En un momento llegué a tener casi 40 tomos de la colección, más, aún en algun momento pensé en escribir y mandar algo al premio, varios argentos lo habían ganado. El resultado fue espantoso el mismo yoyega, (o la secretaria con su firma bah!) me escribió una carta diciendo que eso no era lo mío, por lo menos no en ese género y me ensalivó al final. “Con los años y el avance de lo visual, los textos se hacen cada vez mas intrincados”, decía que “había modas", “Ahora se da el incesto y últimamente mucho lo bondage”, mucho hule, mucho latiguito, mucha vaselina… Pero eso no era lo mío y entonces corté con la literatura y me pasé a los videos. Si, me identifiqué con lo incestuoso y con las “nenitas”.
Bastante cómico, lo incestuoso a mi no me cabía, fui criado por mis tías, muy grandes, nunca conocí a mis viejos, sin hermanos, sin primos, nada… Pero hoy verían los boludos estos lo que puede dar un artista, mucho Puán pero bancátela confesiones en directo, a pura oreja, Uds que discuten solo cuando la frase de Battaille ayuda sus ideas flacas y después terminan peor que la vieja aquella -por la cabron que estoy levantando no me acuerdo el nombre- a la que un poco antes de morir le dijeron los nativos de Samoa que le habían tomado el pelo con las historias contadas sobre las relaciones de las familias en la isla. De a poco y mientras las dos minas hablaban yo con grandes gestos vaciaba las copitas con el agua de la botella del falso vodka y levantando la vista del libro miraba desafiante hasta la cuarta fila pero desenfocando la vista, sin ver a nadie, mientras, las dos minas hablaban y hablaban, la primera me gustó, la segunda ya la había escuchado con el mismo texto de la muerte de la hermana… Seguí, con mi show… tomando agua en el vasito y tratando de que se sintiera el golpeteo de la botella sobre el vasito cada vez que me servía tirando agua sobre la mesa y mojando papeles, libro, micrófono, ya todos se empezaban a poner nerviosos… Terminó la flaca y me miró con resignación como esperando un poco de compasión con lo mío, después de su dolor (leído). Después de la presentación traté de aclararme la voz, gargajeé, y comencé con voz débil y temblorosa, sin leer (deseché los papeles, dije que era por mi “estado” que no leería, que trataría de exponer de memoria y que me disculparan). Empecé a contar, bueno a describir, la foto que proyectaba, a propósito la mostré muy desenfocada y además muy brillante por las luces del escenario. Estaba tan torcida que me divertía viendo como inclinaban las cabezas para poder entenderla. Algún pelotudo creyendo estar en la matiné del barrio gritó ¡Foco!, dos o tres pelotudos mas se rieron y un tercer pelotudo chistó.
Casi tartamudeando conté de mi relación con la gorda, tosía, balbuceaba y cada tanto me servía una copita para “darme ánimos”. Hablé del desgaste, del sexo, de mi disfunción erectil, dije bueno no se me para… ella trataba de masturbarme y yo ni mu. En la charla decía pajearme, se que las calentaba mas a la minitas… Conté como abandoné la relación, como comencé con las putas, que tampoco ya (posiblemente por la bebida lograba que se me parara), como me fui a trolas de rango, de esas que salen en Ambito ¿viste? Esas que alquilás por hora y que con algún pago extra hacía poner en distintas posiciones para tratar de eyacular, (yo les decía apurando el vodka falso; acabar). Apuré otra copita de agua-vodka y miré por el rabillo a los de las primera fila, no sabían esos mierdas lo que les esperaba todavía… seguí.
Pero hacía un tiempo que mi hermana me dejaba a mi sobrina, la mas chica (todavía no tiene 10, la guacha) para que se la cuidara mientras no estaba y que le revisara los trabajos de la escuela. Les conté con lujo de señales y siempre tartamudeando detalles sobre su pelo, los ojos, el culito y las polleritas que usa. Les dije que la pendeja me ama, soy su ídolo, les conté como se sentaba en mis piernas y me acariciaba y besaba como si fuera una profesional y como sentí de a poco que me calentaba más que cualquiera de las putas de los últimos tiempos. La guachita me besaba con los labios abiertos y me decía que era como en la teve… Cuando conté esto se fueron cerca de diez personas, me gritaban enfermo, borracho, puto, degenerado… Lo estaba logrando… seguí con mi historia, los gritos de “Te vamos a reventar” y “prendan las luces”, “córtenle el micrófono”, “no dejen que se vaya”, me empezaron a poner nervioso, tiré la botella y el vasito, agarré mis cosas, apagué el proyector y me bajé del escenario de un salto, crucé el pasillo a la carrera, al abrir la puerta hacia el hall y la escalera recibí el primer trompazo, hijo de puta, pegaba con un adoquín en cada mano, parecía un jugador de los Pumas, por el tamaño. Quise patearlo pero me agarró de la gamba y me tiró hacia la escalera, me levanté, corrí como pude y escapé por Corrientes, la ropa rota y la cara también, solo con la seguridad ahora de que esta manga de boludos no se bancaban un hecho artístico, por mí se podían perder a Foucault, a Bataille, a Freud y a la sublimación en el reverendo forro del orto junto a todos los otros que ni el nombre me acuerdo, mañana volvería a buscar el proyector y le explicaría a la moderadora que lo mío es solo arte…
Alejandro

16 diciembre 2007


TESTIMONIALES
¿Por qué se habrán puesto patitos?
Legui solo
Odio a los bichos
Salvemos a las vacas
Cuevas, mezcal y putas

Lunes, primer día del reinado, y en dos de los tres diarios veo una foto con la imagen de una gran cantidad de mujeres con gorros de peluche amarillo con forma de patos. Agarradas a la reja de la plaza parecen cantar, parecen felices, parece que ningún problema ennegreciera sus vidas. Se prepararon con su patito ícono (¿de qué?) para ser felices, sonreir y cantar y no hay otra preocupación en sus vidas, no están seguras del paraíso pero lo que sí saben y las pone eufóricas es que con seguridad algún día serán cisnes. ¿Se puede ser feliz con un patito de peluche en la sabiola? En los diarios ningún texto explica quienes son ni de donde salieron, tampoco hay nada en las notas sobre la “fiesta” en la plaza que aclare algo.
Un derrape, más una relación, más un divague: hace una semana estuvieron en casa un grupo de colombianas, (4) amigas de A. que no las atendió en su casa y me las trajo, después de tomar café y unas tortas de nuestro nunca bien ponderado “Garden”, que no solo buenos espías vernáculos nos ha dado (para beneficio no solo de la SIDE, sino también de la literatura de nuestro turco escriba –circa 1983- hasta esa época “La gran esperanza blanca”, pero siempre dicho después del quinto güisqui-). Como no sabía que mas ofrecerle a las damas que me habían obsequiado con varios paquetes de café de su país, más una caja de dulces de guayaba, preparados a la manera de nuestro dulce de membrillo, azucarado mas fino, pero con un aroma natural único, pelé una tebolla de auténtico “Legui” (el que uso para mezclar con güisqui, mi famoso medio y medio) y haciéndome el chistoso les traté de contar lo de: “¿por qué le habrán puesto caballos?”. Me miraron con una mezcla de piedad y desprecio, preguntándose entre ellas que significaría todo eso, y como se podría ser a mi edad tan pelotudo. Confundido y tartamudeando trataba de contar sobre la variedad de cañas y licores caseros que hacían los argentinos en las distintas provincias mientras con el control subía el volumen del Pizzolla - Yo-Yo-Ma, hasta destimpanarlas, momento en el que huyeron con las orejas sangrantes… Se que derrapé, pero aquí la similitud con nuestras adoradoras de la noble Kristina I es evidente ¿por qué se habrán puesto patitos en vez de pingüinos?... Si todo tiene que ver con todo, pato, yegua o gallareta. Por suerte a los patitos no los respaldaban los camioneros de Moyano, gracias a que evitó ir, (según dijo al otro día) lamentándose que la zapla por el faltazo se viera un tanto vacía, pero que ya verán cuando se la llene él (con respeto lo dijo y sin visos de deshonestidad). Además, creo (a nivel estético) que en el palco junto a gente tan armónica y de rasgos greco-latinos como Santaolalla, Lerner, Kapanga y el “árbol”, el camionero y la negra Sosa hubieran dado mucho rasgo indio-pelo duro-argento y posiblemente merodeaba el principito Borbónico.
Pero entre tanto divague autóctono encuentro en el mundo virtual un texto de mi viejo conocido José Luis Cuevas, parece que el viejo sátiro-güero se está dedicando a la fotografía, pero lo que no pierde a su edad es el gusto por los prostíbulos y los mezcales y ha sacado un álbum con una serie de fotos en uno de sus famosos “retiros”, en el DF, que se llama “La apestosa”, en el texto explica el porqué del nombre, (el olor de los baños). José Luis escribió durante años una de las secciones más características del diario “El Universal”, que se llamaba “El Cuevario”, por lo que nunca le dio respiro a la pluma. Pero el texto sobre “La apestosa”, que en realidad se llama “Salón Orixaba”, es el de un fantástico mirón (no se si aquí cabe “voyeur”), que se regocija y refocila en ese antro, viendo a los que perdidos en ese estadío nímbico se arrastran pesadamente producto de la bebida y el sexo poco imaginativo. Pero esos son los ambientes que le gustan al güero, y además por su asiduidad y por su peso le han dado permiso para fotografiar a las putas en bolas. Recuerdo que cuando estuve hace muchos años en México, durante un mes lo pude ver solo en dos oportunidades, su mujer que falleció hace unos años, me indicaba cada vez que lo llamaba que se había quedado a dormir en tal o cual pueblo en una de sus “casitas de putas”… En su museo “La Giganta”, tiene una sala cerrada con llave (sólo pueden pedirla los mayores de 18 años) ahí expone toda su obra erótica y pornográfica, aunque a esta altura son mas pornográficos los títulos y notas bajo los dibujos que los dibujos mismos (que son excelentes), hay toda una serie hecha mientras coge con la modelo, por lo menos así lo explica este gran fabulador, que contó ante un público argentino, asombrado, la historia con pelos y señales de cómo se había chingado a la Marlene Dietrich en Argentina durante su primera visita a nuestro país y eso que lo contó en silla de ruedas, pero agitando los brazos y luciendo sus muñequeras de cuero tachonadas como las de los luchadores de su país. Marta Traba lo llamaba el Bacon americano, admirada por su ímpetu y creo que también un poco por la pinta del güero a quien decía haber descubierto lo mismo que a Bottero.
Dejando al Cuevas, en sus antros, con sus mezcales y sus papeles, trato de seguir con los mios (los papeles), cada vez más desordenados con estas terminaciones de año. Me perturba también ver al Boca a las 7 y media de la mañana, hora en que pinto o leo los diarios, además del partido aburrido el inescuchable Closs. Y seguimos sin Riquelme, ya nos parecemos al Villarreal en situación espejada, nosotros los sudacas boludos pagamos para que juegue y no lo hace, ellos para verlo entrenar y que ni la toque…
Me divierto solo con El País (el diario, no este bodrio nuestro donde vivimos), hoy leyendo dos notas que seguro que antes de fin de semana aparecerán en nuestros diaruchos, una sobre la oposición del PP y otros grupos a eliminar del código civil el bofetón a los hijos, código que por desgracia no leyó mi viejo durante mi infancia y la otra, nota que me deja toda la mañana pensando: ”Las lecciones de los enjambres”, sobre cómo el bichaje en general y en cantidad forma un cerebro colectivo para tomar decisiones y da entre algunos ejemplos a los grillos, que cuando marchan, al que no se mueve se lo comen los demás…Y pienso en todos estos putos animales e insectos en general con todas sus divisiones y características y en cómo se nos parecen (o nosotros a ellos), jamás podrían ser de mi agrado y menos participar de la Puta Grimpis, por mi que se mueran todos los bichos e insectos, patitos incluidos, como creparon los dinosaurios… menos las vacas (por las tiras de asado y el ojo de bife, aunque nos hagan mierda la capa de ozono con sus pedos), de salvar a algún palmipedo a la manera de un hipotetico arca de Noé, el ganso, por el buen higado que nos provée. Y hablando de muertes me entero que por fin murió Víctor Sueyro, que tanto amagaba con hacerlo… Esperemos que mañana no nos digan que lo revivieron durante la noche y al mediodía coma con la Mirta para contarnos un nuevo modelo de túnel blanco…
Por el barrio todo tranqui, solo la puta (la oficial) que está con problemas con el maquillaje, no soluciona lo de las bases adherentes, y con el calor gotea color y se empasta con los clientes. Por el lado del chino, confundido, tratando de aprender las diferencias entre pan dulce, panetonne y rosca de reyes y de Pascua, (donde se ponen los huevos y donde no) está tratando de asesorarse con el traba, los veo muy pegados… Salgo a la rúa a tratar de ubicar a mi peluquero que cada dos meses cambia de cueva…
Alejandro

10 diciembre 2007


TESTIMONIALES
100 METROS PARA LA LINEA DE YEGADA
“HOY HE TENIDO UN DIA JODIDO,
DENTRO DE UNA SEMANA JODIDA,
INMERSA EN DOS AÑOS DE PUTA MIERDA”
Gala Diakonova

Entro al “yerta” y enseguida la mirada se me va a lo inacabado -como un imán dirían las viejas-. Ya no está en el caballete, pasó atrás. Contra la pared. Tendría que haberlo dado vuelta, “en penitencia”, como decía “Pablo-el fauno”, que se muriera solo o que solo se terminara. Decía también el viejo fauno dolape, que el abandonar algo, hace que el tiempo lo termine, lo redondee, (le quite las aristas), lo suavice, no pasa eso con el juicio de las minas abandonadas (que lo diga sino “Pablo el fauno”.
Es (de la pintura, abandonada, hablo) como que toma otro aire, atrapa la mugre del aire, como esa pátina de años fijada por el humo de las velas que humanizaba y servía de sostén al “juicio” del Miguel Angel en la Sixtina. O como ese betún de Judea que se pasaba prolijamente al terminar y que enmierdaba las telas renacentistas. Limpiarlas después fue un error. Los colores reales abruman y desestabilizan nuestros preconceptos y los de los libros de arte. Vi hace años renovar los murales de las Galerías Pacifico. Era la segunda renovación, sería el 78 ó 79. El único artista vivo que quedaba de los autores originales era Berni, no se si Laxeiro todavía vivía pero estaría viejo y en España, tirado bajo algún árbol, tomándose un buen orujo gallego, o bajo tierra. Además siempre me lo confundo con Colmeiro y verdaderamente no sé lo que pintaron uno y otro. Sí estaban algunos ex ayudantes de esos pintores. Pero Berni con su espíritu de pendejo se subió a los caballetes y no sólo retocó sino que cambió colores y formas con la prepotencia artística de darle a su obra el toque contemporáneo que el resto ya no tenía… Le metió hasta colores fluorescentes, amarillos, rosas flúo y blancos luminosos que lo despegaron del muro-cielo haciéndolo “caer” sobre el espectador. Lo separó cien años del resto. Rompió la unidad visual, meó la cancha. Puso el estoy aquí, soy el mejor y a los muertos… flores. Como siempre el derrape (mio)…

Solo pretendía hablar de la obra que no puedo acabar. Bocetada pero posiblemente en un 80 por ciento de realización. Con un personaje sentado y una gorda tremenda en bolas, sobre un diván y con las gambas abiertas, y panza elefantiásica. Una gorda que haría las delicias de Fellini, o de un pintor viejo y sátiro como Cogorno que se gastó sus buenos pesos para poder cogerse a esa gorda de Fellini. Tengo problemas en la composición (¿?), tendré que atacar y vencer a la geometrización de piso y espacios que encerraron a los personajes. Cada vez que entro al cuarto trato de no mirarlo, solo con los ojos entrecerrados como aprendí de los que saben para que todo se transforme en masas de color y avistarle el equilibrio, también lo mareo, lo voy dando vueltas para verlo de todos lados, hasta que lo doy vuelta total y a la pared…
Son épocas bravas donde se me dá por el tamaño chico, el dibujo, los papeles y me canso con las telas grandes. Volver a la música de cámara. Bajo poco a la calle -a la vida- y pierdo los días en el deambular dentro de la “cueva”. Como decía el viejo Baudelaire, (de memoria no lo recuerdo) algo como: es la hora (la caída de la tarde) en que los honestos o deshonestos, razonables o locos, los hombres se lanzan a las calles pensando que al fin terminó la jornada, la hora en que los sabios y los rufianes, piensan en el placer y cada uno corre al lugar elegido a tomar la copa del olvido, -no le pongo comillas por que no se si era así, capaz que nunca lo dijo-.
En el último blog hablaba del ajenjo y me olvidé del pastís, que con agua daba ese menjunje lechoso - anisado y que se conocía por la marca Pernod, y que aquí conseguíamos de contrabando, o tomando su simil el Dubbonet (oh, epocas de “Chez Tata” y su acordeón). Hoy leo con delicia el reportaje en Radar a Aurora Venturini y me sonrío con su recuerdo por el Pernod que dice que tomaban a baldes en París con Camús y otra gente mientras aquí se prohibía por la “Ley Palacios”. Habla de su matrimonio con Fermín Chávez y mi mente febril y asociadora me recuerda aquella comida hace como diez años en Lola, con el “Turco grande” de mardel y el “turco escriba” cuando aparecieron de la nada tres viejas brujas peronistas, (más de Hamlet, que de la rama femenina del PJ), se abalanzaron sobre el “escriba”, al que acariciaban la cara a los chillidos (más bien graznidos) de “Nuestro futuro Fermín” …ahora si siguen vivas, si es que lo estaban esa noche, con sus voces de herraduras oxidadas gritarán “Tu también Bruto?” Derrapé…
Tengo que volver a salir, tendré que volver a hacerlo de a poco. ¿Será todo esto el balance del año de mierda… ?Desde el balcón a la madrugada veo las luces que marcan la época de las fiestas y que le dan ese aspecto tan europeo decadente a la Avenida. Veo las fotos tomadas a Palm, (pienso en sus textos, tan buenos, pero ya lo dijeron el León, la Bignozzi, etc., no descubro nada), no la conozco, no se en que blog intuí verla, una imagen mezcla entre alguien del circo del Soleil, en la punta de una torre de sillas tratando de leer sus textos (que son escelentes) y aleteando con las páginas en inestabilidad total, vestido negro, cara oculta y buenas gambas…
Por el barrio el sábado habrá festival de tango, (el primero) y ya se divaga que la fiesta sea tan importante con el paso de los años como el festival de la vendimia… (¡tango en la avenida de los gallegos!) …Espero no encontrarme con el traba vestido de percanta o al chino del domerca bailando con cortes con la puta oficial…
También espero que llueva todo el lunes para apagar mis ardores.
Recuerdo con mas derrape:
-"¿Dónde estabas esta mañana?
-No recuerdo hace demasiado tiempo…
-¿Qué harás esta noche?
-Nunca hago planes con tanta antelación…”
“Rick Blaine” (Humphrey Bogart). “Casablanca”
¡Quién pudiera ser así!
Alejandro

03 diciembre 2007


TESTIMONIALES
SE VIENE EL BALANCE
CONTANDO LAS MONEDITAS
QUE VAN QUEDANDO
“YINGUEN BELLS” CHINGADOS

Como decía el otro día, se viene la terminación del año y la puta madre que lo parió. “Todo verdor perecerá”, pero vos ya no lo encontraste verdor, para vos fue amarillo-seco-paja, como de cuadro de “el sin oreja” y aunque trates de arreglarlo a base de mucho “brillantgrun dunkel” (verde brillante -la u de grun lleva dos puntitos arriba pero no los encuentro en esta mierda de notebook-). También podes usar para apagar la saturación del amarillo un "Saftgrun” (también con los dos puntitos en la u, y que en el barrio conocemos como verde sapo y los tanos como “verde vescica”. Es que son dos verdes que tienen en su composición varios amarillos y dioxidos de titanio. Y querría saber adonde carajo quiero llegar…
Bueno, como siempre derrapé en la primer curva. Terminación del año, la cabeza a mil. Las fiestas que no me importan pero que necesito marcar como perro meando el rincón. Y si, además se viene el problema del verano, con los calores y el pintar sucio-sudado, con los tachos de agua con pinceles roñosos que hacen oler al “yerta” como una letrina de colimbas, el mosquerío, los horarios, las rutinas cambiadas. Y además de mi calvario, la figura prístina de Krístina (prístina como primitivo como “original”, el acento en la i de krí… “pa que rime”) si, su figura flotando sobre mi caballete como una proyección ectoplasmática y aguando mis colores, amanerando la rigidez de mi línea, (no la línea política justamente), etc. Pondré en el yerta el calentador a alcohol, y sobre el trípode apoyaré el cubito de azúcar duro embebido en ajenjo verde esmeralda, lo prenderé lentamente y una vez que la llamita verde se apague y el caramelo retorcido llameante como una miel de fuego caiga sobre la copa, lo tomaré de un trago y todos los verdes serán de nuevo amarillos en mi cabeza como lo fueron en la de “el sin oreja” mientras mordía la pipa y veía que todo maduraba y se secaba virando de nuevo al amarillo-blanco, sin estación ni tiempo.
Pero divagues aparte y sin balances sobrevolando como k. me pondré o no a analizar el año y a desbalancear el ánimo. Creo que no he tenido peores. Y no hablo de los de las siete plagas, esos que los cuente Jehová y se los tabletee a Moises o que los difunda si puede por boca de sus profetas. Además como decía no se quien, hace poco “para colmo después de los 60, los años vienen de 6 meses”. Poco tiempo y mala vida. Estoy asustado porque algo de lo logrado me tiene muy pleno, eso si, no logro mostrarlo, es mi nuevo placer oculto, espero que no muera conmigo. Quemo constantemente etapas y todo es viejo al otro día, (pero siempre fue así). Me encariño con las técnicas, tratando de transformar los trabajos a base de artesanía y con eso “hacerlos durar un poco mas”, tratando de que no se queden en lo conceptual, en el esbozo, en palotes, después me puteo, ¿no era la idea mejor que el resultado? pero esto también siempre fue así ¿Es que quiero solamente llegar a ser admirado (¿?) por mi prolijidad, mi terror a lo vacío o mi tecnicidad-tenacidad? Ese “horror vacui” al que odio como lo odia la naturaleza, horror que me marca y que nunca me permitiría pelarme el bocho y hacer abstinencias en algún lamasterio, pero que me permitió admirar a Sarduy tratando de comprender sus teorías sobre “lo que no tiene centro” (el Barroco).
Comentaba el otro día sobre mi mal manejo y si, nunca supe equilibrar el realizar la obra con el mostrarla. Entiendo las reglas del juego, nunca supe “tirar” una tarjeta, tampoco las tuve, hoy en día cualquier pibito que se recibe en el IUNA, las hace con su nombre y el subtítulo de “Artista Plástico” y hasta si consigue una primer muestra las repartirá entre los asistentes el día de la inauguración ante la mirada asombrada de su primer galerista quien solo había pensado en afanarle el mailing además de lucrar con el alquiler de la sala y el vernissage con vinos de canje. Tampoco me subyugaron las inauguraciones: el “chupi” gratis cae mal y además no es lo que uno elegiría en ese momento, vino berreta con minas “inspiradas” no pega. Comprendí la desesperación de un artista famoso al que le dicen “canapé” porque está en todos los vernissages, aunque ahora ni canapés hay, (por la alfombra clarita u oscura que se mancha, no me acuerdo), lo que recuerdo sí, son las épocas en que señores con trajes desgastados, planchados hasta la brillantes a puro diario y plancha de pensión y guardados después bajo el colchón, recorrían las galerías y en un cuadernito anotaban las fechas de inauguración y preguntaban a mediay temblorosa voz que se servía en las inauguraciones… Otra vez derrapé.
Recordaba virtualmente con una amiga a la que el ciberespacio nos hizo encontrar después de muchos años a un gran marchand que ambos sufrimos, siempre decía: "no se apuren, si la obra es buena ya se va a conocer sola…” Porque lo que uno siempre pretendió fue mostrar la obra, y poder vivir un poco de ella, después si uno podía agregar a la pitanza un salmón, unas lonjas de jabugo o algunos vinos con denominación de origen agradecía a San Benito Quinquela… Como siempre todas las cuentas me salieron mal (canción infantil, de mi niñez).
Domingo muy temprano y me ataro con el diariaje, todavía no comprendí de los diarios del sábado “¿Qué es ser culto hoy?”, explicado por la Sarlo. Pero ya me atosigo con las notas de hoy. Apuro un reserva a las 7 de la mañana mientras se me mezclan el mono-bocón de Sabanetas de Barinas, con la canasta peronista y las ofertas de Carrefour... Pienso que este es un país raro, está A. desayunando conmigo y me muestra en una página una imagen de la luna de miel del traba mayor, lo hace para joderme a esta hora. Le digo que jamás iría a arreglarme la dentadura con el novio, que acepto cualquier vicio privado, también cualquier placer igualmente privado, que llego a aceptar que haya tipos que le gusten los trabas, pero salir del brazo públicamente como si fuera Scarlett Yohansson con Woody… sigo derrapando y tendré que cambiar gomas, cuando al final lo único que quería era echar un poco de mierda ante tanta publicidad de las fiestas, tanto color verde musgo y rojo sangre que solo remite a Coca-Cola con tanto ciervito nórdico y ¡JO.JO.JO.JOS! espásticos y aquí con 29 putos grados, paren el subte que me quiero bajar…
Alejandro