La naturaleza muerta/El bodegón.
Por supuesto esta es de mi mano, sin la sutileza ni el rigor de obseso del maestro español, tratando yo de entrar en la modernidad que produce el cambiar luces, sombras y eliminar los planos medios...
Pero eso será otra charla.
¡uffff!!!!.
alejandro.
"Una mirada desafiante"
Las naturalezas muertas de Luis Meléndez (1715-1780)
"El bodegón es el género más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"
..."El primer misterio es el de la naturaleza muerta misma, esas composiciones con quesos, frutas, panes o conejos. ¿Qué llevó a Velázquez, Zurbarán, Sánchez Cotán, a dar tamaña importancia a un asunto sin nobleza? Estos bodegones no tienen la menor relación con los flamencos, en los cuales se exhibe la abundancia, la riqueza, el lujo y el furor vital de unas provincias enormemente poderosas durante el Seiscientos. La humildad de la naturaleza muerta española ha producido más poesía que ciencia, y sin embargo su misterio es acuciante. Heidegger quiso impregnar de sentido las pobres botas de Van Gogh, dos destrozados pedazos de cuero que encarnaban la vida entera de trabajo y dolor de su dueño, como si en la pintura de objetos cotidianos pudiera leerse nuestro destino. Pero el bodegón español es todo lo contrario. No hay aquí patetismo, ni simbología, ni trascendencia, ni siquiera (aunque lo defienda Bryson) un documento de la vida material. Yo creo que este género es el más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"...
FÉLIX DE AZÚA 26/11/2009
DIARIO EL PAIS ESPAÑA.
Por supuesto esta es de mi mano, sin la sutileza ni el rigor de obseso del maestro español, tratando yo de entrar en la modernidad que produce el cambiar luces, sombras y eliminar los planos medios...
Pero eso será otra charla.
¡uffff!!!!.
alejandro.
"Una mirada desafiante"
Las naturalezas muertas de Luis Meléndez (1715-1780)
"El bodegón es el género más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"
..."El primer misterio es el de la naturaleza muerta misma, esas composiciones con quesos, frutas, panes o conejos. ¿Qué llevó a Velázquez, Zurbarán, Sánchez Cotán, a dar tamaña importancia a un asunto sin nobleza? Estos bodegones no tienen la menor relación con los flamencos, en los cuales se exhibe la abundancia, la riqueza, el lujo y el furor vital de unas provincias enormemente poderosas durante el Seiscientos. La humildad de la naturaleza muerta española ha producido más poesía que ciencia, y sin embargo su misterio es acuciante. Heidegger quiso impregnar de sentido las pobres botas de Van Gogh, dos destrozados pedazos de cuero que encarnaban la vida entera de trabajo y dolor de su dueño, como si en la pintura de objetos cotidianos pudiera leerse nuestro destino. Pero el bodegón español es todo lo contrario. No hay aquí patetismo, ni simbología, ni trascendencia, ni siquiera (aunque lo defienda Bryson) un documento de la vida material. Yo creo que este género es el más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"...
FÉLIX DE AZÚA 26/11/2009
DIARIO EL PAIS ESPAÑA.