28 noviembre 2009

La naturaleza muerta/El bodegón.
Por supuesto esta es de mi mano, sin la sutileza ni el rigor de obseso del maestro español, tratando yo de entrar en la modernidad que produce el cambiar luces, sombras y eliminar los planos medios...
Pero eso será otra charla.
¡uffff!!!!.
alejandro.
"Una mirada desafiante"
Las naturalezas muertas de Luis Meléndez (1715-1780)
"El bodegón es el género más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"
..."El primer misterio es el de la naturaleza muerta misma, esas composiciones con quesos, frutas, panes o conejos. ¿Qué llevó a Velázquez, Zurbarán, Sánchez Cotán, a dar tamaña importancia a un asunto sin nobleza? Estos bodegones no tienen la menor relación con los flamencos, en los cuales se exhibe la abundancia, la riqueza, el lujo y el furor vital de unas provincias enormemente poderosas durante el Seiscientos. La humildad de la naturaleza muerta española ha producido más poesía que ciencia, y sin embargo su misterio es acuciante. Heidegger quiso impregnar de sentido las pobres botas de Van Gogh, dos destrozados pedazos de cuero que encarnaban la vida entera de trabajo y dolor de su dueño, como si en la pintura de objetos cotidianos pudiera leerse nuestro destino. Pero el bodegón español es todo lo contrario. No hay aquí patetismo, ni simbología, ni trascendencia, ni siquiera (aunque lo defienda Bryson) un documento de la vida material. Yo creo que este género es el más misterioso que ha dado un arte ya casi extinguido"...

FÉLIX DE AZÚA 26/11/2009
DIARIO EL PAIS ESPAÑA.

16 noviembre 2009


Estoy de acuerdo con el crítico de arte Robert Hughes, siempre lo estuve, desde la primera vez que cayo en mis manos su libro "A toda crítica" allá por los añós 90. Pero lo estoy mucho mas ahora cuando con su furiosa y bruta honestidad nos dice: "Damien Hirst no es más que un escalador ampliamente sobrevalorado", si, como diríamos en el "rioba", un trepa. Hughes habla por supuesto del autor de la archi conocida y famosa obra del tiburón tigre en formol, en descomposición,apestosa, titulada "La imposibilidad física de la muerte en la mente de alguien vivo", que el coleccionista Charles Saatchi vendió al financiero estadounidense Steve Cohen en el año 2005 , en 12 millones de dolares (Saatchi lo había adquirido en 1992 por 50.000 libras, unos 56.000 euros) a través del galerista Larry Gagosian.
D. Hirst, que en este momento es el primer "artista" más rico del mundo al que se le calcula que posee una fortuna de unos mil millones de dólares. Un artista que se dá el lujo de decir que no es el quién realiza sus obras (¿sus ideas?) y que emplea a mas de cien artesanos contratados que trabajan en su enorme taller-fábrica, ellos sus artesanos-empleados son quienes ejecutan sus brillantes ideas, como la calavera de platino, a tamaño real incrustada con más de ocho mil diamantes,(me pregunto ¿donde quedo el famoso aura de la obra de arte?).
Claro, primero mi asombro al desconocer las reglas que rigen en este mundo de valores de las artes plásticas en cuanto a su comercialización en esos centros de poder tan distintos a nuestro mundillo con sus pobres remates del Banco Ciudad o de las demás casas rematadoras locales. Después, me desacelero y trato de comprender que es lo que ocurre en "ese" mundo de compras y subastas tan especial, tan lejano y tan incomprensible para nosotros. Incomprensible como arte en si o sea como fragmento dentro de una gran historia lineal del arte, si es que fuera posible pensarlo asi y que la historia del arte fuera lineal.... ¿Es siempre en esta modernidad el valor publicado de los grandes remates o de las ventas de estos personajes como Satchi, Gagosian o las ventas directas de taller Hirst el que decide lo que es Arte? A veces pareciera que si, pero ademas producido en el contexto de aceleración y derrumbe de los procesos ecónomicos, como esta crisis mundial. ¿Son procesos meramente localistas o la aparición de artistas similares en este mundo tan interconectado hacen dudar luego dee ciertos booms efimeros en esos centros determinados?. El historiador Donald Sassoon , el año pasado publicando una obra titulada "Cultura. El patrimonio común de los europeos"un tomo de casi 2000 páginas con abundantes referencias a todo lo acontecido en el viejo continente desde el siglo XIX al presente en el que excluyó tratar el arte contemporáneo pero dijo que "Su valor económico está determinado por su valor de reventa (...) El mercado de obras de arte es en esencia un mercado especulativo de objetos que han sido definidos como arte por un élite restringida. De hecho, el mercado del arte fluctúa aproximadamente en función del mercado de valores" Es decir, su calidad se decide por lo pagado por los compradores . Por lo que Sassoon no se quiere meter en ese pantanoso fregado donde la naturaleza especulativa del producto es lo fundamental.. Dificil es salir de este callejón sin salida. Mirando desde afuera ( desde este nuestro culo del mundo) personajes como el publicista Saatchi, hoy en día uno de los principales coleccionistas- marchands y formadores de opinión , quien en los años noventa se inventó a si mismo y lanzó al mercado del arte mundial con gran visión a los "Young British Artist", casi todos artistas conceptuales y con obras de muy dificil comercialización, además de ser quien también estuviera detrás este obceno exhibidor de escualos en formol, mariposas y otros animales . Desalienta constatar tanto desconocimiento y desinformación en el público en general y en el resto del mundo artistico alejado de esos centros de desición. Se puede comprender que Hirst, Saatchi y algunos galeristas caigan en la avaricia del dinero, pero no se entiende como pueden existir tantos críticos incautos, que no hayan sido comprados y tantos millonarios coleccionistas o inversionistas que caigan en la trampa de lo que estas élites deciden que es arte. ¿Cómo un tiburón disecado, y maloliente suspendido en un tanque de formol, puede llegar a valer millones de dólares ?¿Qué mecanismos rigen la oferta y la demanda en este nuevo mercado del arte? El economista estadounidense Donald N. Thompson rastreó durante un año los intríngulis del mercado de arte contemporáneo y pasó muchas horas entre galeristas, casas de subastas, artistas y coleccionistas. El resultado de su investigación es el libro "El tiburón de 12 millones de dólares", que ahora se edita en español y cuyo subtítulo, La curiosa economía del arte contemporáneo y las subastas, ya anticipa al lector que, seguramente, no se va a encontrar con las leyes "clásicas" del mercado. El tiburón es la alegoría perfecta que sirve a Thompson para sumergirse en la vieja distinción entre valor y precio . "Como economista y coleccionista de arte contemporáneo, hace tiempo que me siento perplejo por la cuestión de qué es lo que hacer valiosa una obra de arte, y por qué alquimia se considera que vale 12 o 100 millones de dólares en lugar de, por ejemplo, 250.000 dólares", declara al inicio del libro. Según Thompson, al igual que Coca-Cola o Nike, hay artistas, galeristas y casas de subastas que han adquirido una valor como marcas. "Un Mercedes ofrece seguridad y prestigio. Prada ofrece la seguridad de elegancia y moda actual. El arte de marca funciona del mismo modo. Los amigos no podrán creerle cuando les diga: 'He pagado 5,6 millones de dólares por esa estatua de cerámica'. Pero nadie muestra desdén cuando se le dice: 'Lo compré en Sotheby's', 'Lo encontré en Gagosian' o 'Éste es mi nuevo Jeff Koons".Sotheby's y Christie's entre las casas de subastas; MoMA, Guggenheim o Tate entre los museos -"una obra que se haya exhibido en alguna ocasión en el MoMA o que haya formado parte de una colección del mismo exige un precio superior debido a su procedencia"-; Gagosian o Jay Joplin, fundador de la londinense White Cube entre los galeristas; y artistas como los citados Hirst, Koons o Andy Warhol son, según la tesis de Thompson, engranajes de una maquinaria que, "con un marketing bien dirigido y una marca de éxito", genera precios inexplicables para la lógica para tiburones disecados o balones de baloncesto (en el caso de Jeff Koons) en una pecera.Detras de ello hay factores psicológicos y sociales. Muchos de los compradores de arte contemporáneo no son siempre especialistas ni entendidos. Simplemente son muy ricos (en muchos casos nuevos ricos, como los millonarios rusos y chinos surgidos en los últimos años), asegura el economista, y necesitan tener la seguridad de que están haciendo una buena compra. De ahí que se fíen de las marcas reconocidas. Al público que frecuenta esta feria de las vanidades va dirigida la peculiar jerga de los galeristas, según la cual "vanguardista significa radical, desafiante significa que no intentes siquiera comprenderlo, y calidad de museo significa que, si tienes que preguntar, es que no puedes pagarlo". El galerista de marca no es un fenómeno nuevo. Jopling ha sido para Hirst lo que Ambroise Vollard fue en París para Picasso, Cézanne y Gauguin o, a mediados del siglo XX, Leo Castelli en Nueva York para Jasper Johns, Robert Rauschenberg o Cy Twombly. La relación entre los clientes de un galerista de marca y sus clientes suele alcanzar un grado de confianza ciega: "Los coleccionistas confían en su marchante del mismo modo que confían en su asesor de inversiones. Es la idea de comprar arte más con los oídos que con los ojos, de comprar el esperado valor futuro del artista", señala el economista.Hay más palabras que suenan a música en los oídos de los clientes de las galerías o casas de subastas, como "está en la colección de Saatchi" o "Saatchi lo quiere". Si una obra de arte es del agrado de uno de los coleccionistas más notables del mundo, ¿cómo no va a quererlo en su casa un VIP que se precie? No importa que un respetabilísimo crítico de arte como Robert Hughes califique la obra de Hirst de "mercancía absurda y hortera" o que afirme que Koons "probablemente no sería capaz de escribir bien sus iniciales en un árbol". Al fin y al cabo, como le indicó a Thompson Brett Gorvy, director del departamento de arte contemporáneo de Christie's, "esto es un negocio, no historia del arte".

Aclaración :Esta nota es un pastiche de un articulo salido esta semana en el diario el País, titulada "las subastas de las vanidades" y una nota del blog "La luciernaga", de un coment titulado escualos, cualquier parecido con ambas es deliberado.

alejandro.

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(en la foto con José Luis Cuevas el gran dibujante,grabador,pintor, escultor etc, cantando tangos en Bs As a principio de los años 90, Cuevas es el de camisa celeste y muñequeras de cuero)
Esas cosas que pasan solo para sorprendernos. Fines del 2007 escribí en este blog una de mis disquisiciones ( TESTIMONIALES¿Por qué le habrán puesto patitos? Leg...":)como todo lo mio recuerdos donde todo se mezcla, se confunde y se pegotea, pero tratando, en lo posible, que como buena comida o como simple cocido cada elemento siga gustando "per se", pero a veces no pasa... o también suele ser que usamos el ingrediente equivocado. En el post hablaba entre otras cosas de mi viejo conocido (y admirado) Jose Luis Cuevas. Había estado buscando - nada - por las distintas páginas de diseño, fotos, etc. y encontré una de fotos, muy buenas y se hablaba de una reciente publicación de fotos y textos de José Luis Cuevas, las ví y eran maravillosas entre eróticas y pornográficas, eran fotos duras, clásicas, dramáticas, tomadas en una mezcla de boliche prostibulo rancho. Eran testimoniales y con muy buenos textos. El lugar se llamaba "La Apestosa" y le daba nombre a la serie.
Por el nombre del autor, y lo digo en mi notita, conociendo sus dotes de escritor, sus clásicos en Mexico "Cuevarios" y por su aficción a las fotos y a las putas no pude dudar ni un minuto que se tratase de mi conocido. Pero no... hoy despues de mucho tiempo recibo un mail de un artista fotógrafo mexicano del mismo nombre :
"2 años después:
Amigos, dudo mucho que el pintor José Luis Cuevas haya pisado alguna vez "La Apestosa". El texto al que se hace referencia en esta entrada es de mi autoría. "
Muchos saludos,
José Luis Cuevas.
Fotógrafo
Y la dirección de su blog http://joseluiscuevas.blogspot.com. con sus excelentes fotos.
Dudo yo también, conociendo -un poco- a Jose Luis (el pintor, dibujante,grabador), que si no estuvo en esa "La Apestosa",no haya pasado por otros antros perfumados de orin, mierda, permanganato y semen, (lo del permanganato para recordar que no me cocino en el primer hervor).
Un saludo a este joven artista (36 años) que descubro ahora, (aunque conocía sus fotos mal atribuidas por mi).
alejandro

06 noviembre 2009


Borges oculto y a cuatro manos
Recuperado un relato escrito hace medio siglo por el narrador argentino en colaboración con Luisa Mercedes Levinson - Nunca se había publicado en España
...
"En conversación telefónica desde Buenos Aires, Valenzuela recuerda los días en que su madre, Luisa Mercedes Levinson (1904-1988), una visionaria precursora del realismo mágico, y su amigo Jorge Luis Borges (1899-1986) escribieron a cuatro manos el cuento La hermana de Eloísa.
Aquel relato se publicó en Argentina en 1955 en un volumen de 76 páginas al que daba título y que incluía otros dos cuentos de cada uno de los autores (La escritura del Dios y El fin, de Borges, y El doctor Sotiropoulos y El abra, de Levinson)...
Una vez agotado, nunca volvió a reeditarse. Jamás se publicó en España y tampoco fue incluido en el tomo de Obras completas en colaboración del autor de El Aleph. y su amigo Jorge Luis Borges (1899-1986) escribieron a cuatro manos el cuento La hermana de Eloísa.
Medio siglo largo después, La hermana de Eloísa verá la luz de nuevo la semana que viene en una edición de bibliófilo ilustrada por el artista argentino Antonio Segui. La publicación corre a cargo del sello madrileño Del Centro Editores, que el año pasado ya rescató varios relatos inéditos de la serie de cronopios y famas de Julio Cortázar.La edición coincidirá con la inauguración el próximo jueves en el Centro de Arte Moderno, un espacio centrado en la difusión de la cultura latinoamericana, de una exposición que, junto a los originales de Segui, cuenta la historia en fotos y libros de aquella mítica colaboración con la que Borges y Levinson distraían las penurias de los primeros años del peronismo...

Así comienza 'La hermana de Eloísa
'Habían pasado unos 15 años, pero cuando Jiménez me dijo que había tenido que ir a Burzaco para planear la edificación de un chalet por cuenta de un tal Antonio Ferrari, mi primer pensamiento fue para Eloísa Ferrari, cuya imagen de pronto surgió ante mí, inmediata y casi dolorosa. Sólo después pude sorprenderme de que aquel excelente don Antonio, que pasaba la vida en el café proyectando negocios vagos y vanos, hubiera conseguido, al fin, redondear la suma que significa la construcción de la casa propia. El hecho me resultó tan insólito que, para no pensar algo peor, pensé en una herencia. Jiménez, mientras tanto, seguía explicándome que se trataba de un gran chalet y que los Ferrari eran muy exigentes. Por lo pronto, no íbamos a repetir en Burzaco el tipo 14 de bungaló californiano, ni el 5 en piedra de Mar del Plata, que, innumerablemente multiplicados, ya conoce y acaso habita el lector. Jiménez, mi socio, era constructor; la obra exigía un arquitecto.
Alcé lo ojos al diploma que colgaba de la pared, enmarcado en ébano; ese papel con su sello azul y su letra caligráfica me servía para ver de nuevo a Eloísa, al cabo de los años. (...)

diario el Pais
6-11-09.
link.
http://www.elpais.com/articulo/cultura/Borges/
oculto/manos/elpepucul/20091106elpepicul_1/Tes.
(nota completa)

Los que leen este blog saben que tuve la suerte de conocer y de ilustrar a Luisa Mercedes Levinson,al igual que Perez Celis, Batle Planas y la genia Mildred Burton y conocía el cuento que no es para mí de lo mejor de su producción justamente por que su locura está muy contenida,¿contenida por el futuro cieguito? Ella todavía firmaba como Luisa Lenson, lo escribieron alrededor de l946. Alguna vez contó que el cieguito no la puso en sus obras completas porque... ( pero me lo reservo, no se si debo contarlo). Que lo cuente Luisa Valenzuela, que seguro lo sabe. Pero sus charlas con "Yoryi" (como ella le decía acentuando los "ye" - charlas que eran parte en castilla y parte en ingles), hacían el regocijo de Batistessa, Hermes Villordo, Manucho y el resto de los que la frecuentabamos.
Seguramente va a ser esta una edicción magnífica, ademas ilustrada por Antonio Seguí, un grande.
Bravo por los gallegos que la empiezan a descubrir, aunque sea por el cieguito y en un texto menor.
Pero si pueden, lean "A la sombra del Buho", "La isla de los organilleros" o cuentos como "El Abra" (este cuento -genial- fué publicado en el año 55 junto a La hermana Eloisa y otro de Borges ) Pero mejor, lean las obras completas, se van a llevar una sorpresa.
alejandro.

04 noviembre 2009


"Our imagination flies;
we are its shadow
on the earth."
- Vladimir nabokov
(nuestra imaginación vuela.
nosotros somos su sombra
sobre la tierra).
Muchas veces dudo cuando me preguntan a que me dedico y entonces simplemente y balbuceando , indico ...
- Pintor -
después trato de alejarme rapidamente , para evitar preguntas, sin importarme que en la duda piensen que lo soy de paredes. No me importa, lo prefiero a que me crean un artista. Que no lo soy. Ya el problema fue hace mucho tiempo, cuando no trate de explicarlo a mi familia sino de mostrarles cada tanto algún resultado (pecunario claro).
El otro día leyendo a Tabarovsky, lo comprendí mejor cuando escribe sobre una tia a la que el le comenta que se recibió de sociólogo y ella le contesta: “Nunca entendí bien qué es lo que estudiabas, pero me pone muy contenta por vos”.
"Los oficios son así, incomprensibles para los demás" , aclara.
Y me siento comprendido por este tipo, el Taba, al que no conozco. Y sigo pensando : ¿ Que es lo que puso contenta a la tía ? ¿ El titulo en abstracto? ¿ Creer que va a ser la base de un negocio rebozante de una mercadería llamada sociología? ¿ Que es una chapa puesta en el pecho del pariente que hará que le habrán todas las puertas a él y al resto del arból geneálogico?...Como en el bolero "... a mi pasa lo mismo que a Vd ..." me encuentro de pronto como Bruce Willis pero sucio-sucio y no de sangre sino de acrílíco, pastel y oleo, con una musculosa mugrienta y con una baranda de años... contestando a preguntas tales como ¿ Va bien " la cosa" ? ¿Se vende? ¿Aportás a la jubilación ? Siempre pensé (lo ensaye mil veces ante el espejo) en una mirada a lo Humprey, mientrás me bajaba el ala del inexistente sombrero panamá , me rascaba discretamente los guevos, escupía un salivazo color marrón-"Van Eyck" producto del tabaco de mascar sobre la carpetita blanca con puntillas y madroños que engalanaba la mesa y que daba pie al florero de jazmines blancos, marchitos por el aburrimiento y el sopor, apuraba el resto de la copita de Tia María y me retiraba sin saludar...Ya en la plaza cercana y desparramado sobre un banco a la manera del compositor de Thomas Mann, me secaba el sudor y tosía mientras corría la tinta de azabache del pelo sobre el saco de lino blanco y yo moría de gripe A. o de Dengue escupiendo: ¿Pintor?, ¡pintor!...esa es "la cosa"...
alejandro.

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