"...Los sistemas de representaciones religiosas, no susceptibles ya de ser tocados por mano de una delirante filosofía que pudiese aspirar a quedar a la altura de las delirantes pretensiones de saber de ellos, vuelven a aparecer en el lugar al que pertenecen, es decir, en el lugar en que la existencia queda esencialmente referida a la muerte, en el lugar en el que nos topamos a la Esfinge con sus indescifrables enigmas; en ese lugar en que, según el análisis de Heidegger, la existencia tiende a volverse de espaldas a sí misma buscando consuelo y a renunciar quizá a la ilustración; en ese inasible e incluso inefable lugar de donde, por otro lado, también brota el lenguaje, que ni se puede decir, ni tampoco se puede dejar constantemente de decir que no se puede decir, es decir, que siendo algo de lo que siempre acaba resultando que no se puede propiamente hablar, parece plantear, sin embargo, el irresoluble problema de cómo podríamos alguna vez arreglárnoslas para poder efectivamente dejar de hablar de él; en ese lugar al que, según los místicos, sólo se puede acceder por las "horrendas aguas" del tedio, el sinsentido y la desesperación, pero del que parece que alguna vez pudo brotar la maravilla del "cántico espiritual"; es decir, en ese lugar de la "nihilidad o nada o Nada de lo finito", que es a lo que la tradición llamó Dios, sin que hayan bastado más de dos milenios de Metafísica para desambiguar tan sencilla descripción. Frente a los sistemas de representaciones religiosas (dejados así en su lugar) la "razón comunicativa", que no puede ofrecer ni consuelo, ni redención, ni reconciliación absoluta, sino si acaso (por su lado ético) la posibilidad (que tampoco la promesa del logro) de reconciliación política y social mediante el "uso público de la razón", no tiene más remedio que adoptar una actitud enthaltsam, dice Habermas, es decir, de abstinencia, moderación, continencia, parquedad, austeridad y ascetismo. Ésta es la consecuente posición de Habermas en "Pensamiento postmetafísico"; en "Teoría de la acción comunicativa" parece haber pensado que (pese a que la razón comunicativa tenía que renunciar, ciertamente, a atrapar los orígenes) las estructuras de la conciencia moral moderna "vaciaban" la religión."...
HABERMAS,
ERLÄUTERUNGEN ZUR DISKURSETHIK, 1991
¿Por que esto?
Leyendo a Pierce, me encontré con este rico texto, pero como siempre me trabe con algo: una palabra,
Desambiguar...
1)"tr. Ling. Efectuar las operaciones necesarias para que una palabra, frase o texto pierdan su ambigüedad. MORF. conjug. c. averiguar."
2)"Dice el Diccionario de la RAE que desambiguar es “efectuar las operaciones necesarias para que una palabra, frase o texto pierdan su ambigüedad.” Eso les toca a los traductores. Y a veces no es fácil. Hay textos terriblemente ambiguos, es cierto, pero en general, las “pistas” (otra palabra con homónimo) están ahí, a nuestro alcance."
Ambiguedad:(Del lat. ambigŭus).
1. adj. Dicho especialmente del lenguaje: Que puede entenderse de varios modos o admitir distintas interpretaciones y dar, por consiguiente, motivo a dudas, incertidumbre o confusión.
(Me cansa a esta altura de la vida conocer todo lo que desconozco y el poco tiempo que queda...)
alejandro