Mi respuesta a distintos coments, relatada en tercera persona, (imbuido por el espíritu maradoniano y anti Messi que me recorre el cuerpo este fin de semana) sobre mis largas penurias durante mi vida (idem-larga) debido al no-reconocimiento de mi cuerpo, recordaba en ella velozmente, como al pasar, mi "trabajo" personal para solucionar ese problema.
Había comenzado hace cuatro decadas por el "reconocimiento de mi atrás" (lo comenté), tarea que desarrollé junto al Licenciado Bojovslavki , durante el año 1972 en la facultad de Humanidades, dto. de Sociología, cátedra de Psicología.
Durante la practica, se me filmaron todo tipo de acciones siempre desde atrás -espalda-, esto se intercaló con la misma acción repetida por diferentes individuos de dimensiones similares, (duraba horas) y uno debia "encontrarse" entre tanto individuo de culo. Nunca pude. La película en un rollo sin identificación y robada por equivocaciónen una toma de la facultad a mediados de esa decada se paso insistentemente en el cine Lorraine de Buenos Aires como perteneciente a una serie de documentales de Andy Warhol, (duraba 8 horas treinta )y el público la premio en un festival de cortos del maestro del pop.
La obsesión por seguir sin reconocerme provocó mi internación durante dos años. En ese tiempo llegó al pais de visita el famoso D.Cooper que paró mi tratamiento con choques eléctricos para curarme gracias al poder de la palabra.
-¿David Cooper? Creo que vd solo conoció a Gary Cooper en las de cowboys en las matinee de los cines de Mar del Plata. Y firma : Jose Luis Pardo. Y otro que trata de apropiarse negra y arteramente de la gloria de un conocido escritor cartonero pregunta:
-¿Que es ese curro de David Cooper antipsiquiatra?
Les contesto a ambos:
Psiquiatría y antipsiquiatría
Es David Cooper quien utiliza por primera vez el término “antipsiquiatría” para describir una experiencia, Villa 21, realizada en un pabellón de un hospital psiquiátrico de Londres4. Psiquiatría como práctica alternativa a la psiquiatría tradicional, frente a la violencia institucional, cuestionando el hospital, yendo más allá de la comunidad terapéutica, en una práctica que ensaya un clima de libertad para los pacientes, sin violencia ni restricciones. Y será en la obra de Cooper y de Rolanld Laing, en la antipsiquiatría inglesa, donde debemos situar en sentido estricto la antipsiquiatría, aunque hoy el término se haya generalizado para señalar todo el movimiento anti-institucional y reformador psiquiátrico de los años 60 y 70 del pasado siglo. Desde el SPK (colectivo socialista de pacientes de la clínica de Heilderberg, que predica la insurrección armada)5 hasta las máquinas deseantes de Deleuze y Guattari; de Gentis a Octave o Maud Mannoni; de Basaglia y Jervis a Tomás Szasz; de las experiencias inglesas a las denuncias de la situación asistencial durante la represión franquista. Crítica global e ideológica de la psiquiatría, sobre todo de su proceder médico, nosográfico y diagnóstico, que llega a proclamar la inexistencia de la enfermedad mental, mito o artefacto pseudomédico, trivializando o idealizando la psicopatología al mirarla sesgadamente a través de genios-locos: Artaud, Hörderlin, Nietzsche.
El Grupo de los 13 invitó al psiquiatra británico David Cooper para desarrollar un intenso examen acerca de su problemática interna. “Constituimos así un meta- grupo coordinado por Cooper, quien rastreó las relaciones entre arte y sistema cultural, arte y destinatarios, además de bosquejar el modelo de una nueva sociedad. La premisa fundamental del grupo fue y es – no competir con marchands ni galerias, favorecer el proceso de comunicación entre creadores y auditores, entre espectadores y realizadores. Por eso decidimos promover un arte ligado a la vida, que debe ser un proceso educativo y de humanización. Nos oponemos tanto al conservadorismo artístico como a la falsa vanguardia. Propiciamos la supremacía del hecho creador y reivindicamos el hecho artístico como conciencia del hombre al más alto nivel”.
¿Será que son incompetentes o que no hay forma de ayudarnos?
Para evitarles más dolores y cuentas del sicoanalista,
seamos un tilín mejores y mucho menos egoístas."
Silvio Rodríguez
alejandro